Bienvenidos! Disfruten de la revista!

Oye Julito

Oye Julito, me encantan los videojuegos, pero hay quienes me dicen que son malos. ¿Es cierto? La verdad es que sí me importa mantener mi relación con Cristo y quiero que nada afecte mi fe.


Antes que nada déjame felicitarte por tu deseo de cuidar tu relación con Cristo, y tu firme deseo de hacer las cosas bien, incluyendo tu entretenimiento. Y en cuanto a tu primer pregunta, hay videojuegos que definitivamente son malos; sin embargok hay videojuegos grandiosos, que jugados con moderación, pueden ser divertidísimos.


Ahora bien, si lo que querías era una lista de juegos, déjame darte algo mejor. Te daré una estrategia de cuatro puntos para que selecciones tus juegos:


1. Ora antes de tu selección: neta! Dios nos puede ayudar en cada decisión, grande o pequeña. Santiago 1:5 dice que "Si te falta sabiduría, pídela a Dios, que a todos da largamente y sin reproches, y te será otorgada".


2. Habla con papá y mamá: te sorprenderá ver los buenos consejos que te pueden dar. Quizás no elijan los juegos más divertidos pero te darán un balance. Recuerda que hay que honrar a los padres.


3. Hazte dos preguntas con respecto al juego: ¿El juego requiere que seas un tipo de héroe con buenos valores? O ¿exige que seas un héroe con valores inmorales? Por cuál debes decidir, creo que es obvio.


4. Descubre su trasfondo: todo video juego busca trasmitir cierta creencia o filosofía. Examina lo siguiente:
  • Resuelve problemas con violencia: obtienes puntos matando, golpeando, asesinando, atropellando, etc. Ojo: pondrá tu fe en el poder de la violencia.

  • Lo oculto: algunos juegos te hacen recurrir a poderes ocultos o hechizos para ganar. Ojo: algunos juegos sí tienen actividades demoniacas.

Los mejores juegos son aquellos que promueven competencia saludable y buenos valores -la justicia, la verdad y el bien triunfando sobre lo malo. Y recuerda: Ponte un horario para jugar y un tiempo límite.



Julito, estoy muy gorda. Se me salen las lonjas y además soy muy bajita. ¿Será que todavía voy a crecer un poco más?


En primer lugar déjame decirte que a los demás les importa más tu actitud que tu altitud o tu delgadez. Así que es más importante que te enfoques en crecer interiormente: tus valores, el cómo tratas a los demás y especialmente en tu intimidad con Cristo.

En cuanto a si vas a crecer o no. Pues uno no deja de crecer hasta los 17, 18 incluso 19 años. Recuerda que la altura también es algo hereditario, mira la altura de tus padres y más o menos tendrás idea de cuán alta serás.

Ahora, el asunto de las lonjas. Hay una gran diferencia entre estar pasada de peso y el problema de las "lonjas". Tú puedes saber si estás pasada de peso al concoer tu altura. Por ejemplo: si tú mides 1.60 cms. Quita el 1 y al número que queda súmale 5 (60+5=65). Si tu peso excede el resultado tienes problemas de sobrepeso.

Pero es muy probable que creas que estás gorda por un problema no de peso, sino de fitura. La mayoría de las chicas hoy utilizan pantalones a la cadera. Estos pantalones lo que hacen es apretar la cadera de la mujer y hacer que se haga un bulto arriba del pantalón, a lo que ustedes llaman "lonjas". Pero la realidad es que estas no son lonjas. Es parte de tu cadera que busca donde acomodarse porque la estás apretando. Es como si pusieras una liga a un globo. Al creer que tienen "lonjas" bajan de peso, todo para que ahora utilicen un pantalón más apretado y vuelve a aparecer "la lonja". Logras bajar de peso pero ahora recurres a un pantalón más apretado y así sucesivamente.

Lo que debes hacer es cuidar de no usar pantalones tan apretados que echen a perder tu figura. Procura hacer ejercicio para que tu cuerpo se tonifique (tome forma y fuerza) y por supuesto comer bien. El cuerpo no engorda por comer mucho o muchas grasas, sino por no comer bien, fuera de horas y no hacer ejercicio (por lo menos salir a caminar).

Nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, por tanto debemos cuidar nuestro cuerpo, pero también debemos estar conscientes de que a Dios le importa más el corazón. Así que no descuides ni uno ni otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario